"Quiero que algo de mí perdure después de la muerte."
Ana Frank

27 jul 2012

La vida en Ámsterdam


A Otto Frank se le presenta la oportunidad de fundar una empresa en Ámsterdam. Edith, Margot y Ana se reúnen con él en Holanda. Se instalan en una casa que da a la plaza Merwede. Los Frank vuelven a sentirse libres y a salvo. Las niñas van a la escuela, Otto trabaja con afán en su empresa y Edith se ocupa de la casa.
 Al cumplir trece años, el 12 de junio de 1942, Ana recibió un pequeño cuaderno que había señalado a su padre en una vitrina unos días antes. Si bien se trata de un libro de autógrafos, empastado en tela a cuadros rojo y negro, con una pequeña cerradura en el frente, Ana ya había decidido que lo utilizaría como diario. Empezó a escribir en él casi inmediatamente, describiéndose ella y su familia así como su vida diaria en casa y en el colegio. A falta de una "amiga del alma", según Ana, le escribía a su diario como si estuviera dirigiéndose a una amiga, llamaba Kitty a su diario y usaba "Querida Kitty" como frase introductoria en alusión directa a Kathe Zgyedie, una compañera de estudios a quien llamaban afectuosamente "Kitty". 
Pero entonces estalla la Segunda Guerra Mundial. El 10 de mayo de 1940, Alemania invade Holanda. Los Frank están otra vez en peligro. 
Cuando Alemania invadió Holanda y empezaron las redadas de judíos, Otto Frank comprendió que había una sola manera de preservarse de él y a su familia: esconderse.

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