Otto Frank |
Al enterarse de la triste noticia, Miep entrega a Otto Frank los papeles de los diarios de su hija. Los ha conservado todo el tiempo en un cajón de su escritorio, con la esperanza de poder devolvérselos a la propia autora. Ahora le dice a Otto: "He aquí el legado de su hija Ana"».
Otto sí ha iniciado la lectura del diario. Escribe a su madre: "Me cuesta interrumpir la lectura del diario de Ana. ¡Es tan increíblemente apasionante! Nunca se lo prestaré a nadie, pues contiene muchos párrafos que ninguna otra persona debe leer. No obstante, haré un resumen".
En el diario de Ana, Otto lee que ella tenía planes de publicar después de la guerra un libro sobre su encierro en la casa de atrás. Incluso había reescrito ya gran parte de su diario original. Otto Frank duda al principio, pero finalmente decide concretar el deseo de su hija.
Unas de las hojas escritas del diario de Ana |
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